martes, 3 de diciembre de 2019

Carta de Despedida


Llegaste sin pleno aviso. 

Todo comenzó un día cuando creía que todo estaba bien pero, de repente, te volviste mi amiga, un fantasma que, poco a poco, me consumía. Poco a poco me destrozaba la vida en pedazos muy pequeños y cortantes que  hicieron añicos mi cuerpo literalmente.

Por tu culpa sentía asco hacia mí misma en cada instante y nunca fuiste comprensiva. Cuando más débil me sentía, ahí estabas tú para hacerme más invisible ante mí y consecuentemente también hacia los demás.

Me sentía muy triste y derrotada por cada visita al baño. Mi cuerpo se había convertido en un campo de batalla y mi única estrategia de supervivencia era la violencia hacia mí misma. Tuve que tocar fondo para comenzar a ver la luz.

Para mí la clave de este proceso  fue plantearme seriamente una pregunta: ¿ quiero vivir o me voy a conformar con sobrevivir?

Ahí logré dejar de vomitar más allá  que no consistía solo en eso. Porque todo suena muy bonito pero si dijera que ese es un capítulo cerrado estaría mintiendo. Es cierto que conseguí dejar de vomitar  pero por dentro seguía siendo la misma chica que se sentía mal consigo misma. 

Pero, poco a poco, fui logrando lo que sentía que jamás volvería a sentir. Tratas de  ganar la confianza de las personas que siempre han estado conmigo y que nunca me soltaron la mano. Porque la confianza se pierde en un instante pero recuperarla es muy difícil.

Empecé a construir mi vida otra vez, luchando contra las voces que me atormentaban en mi cabeza y declararle la guerra fue un hecho. Ahí le di sentido a todo.

La comida me daba miedo pero aprendí a comer sano y rico y a disfrutar de ella todo lo que pueda. Hoy en día sentarme y disfrutar de un rico dulce de leche es lo mejor. Quizás es una tontería pero para mí fue todo un reto y no me da vergüenza decirlo, al contrario, estoy feliz por ello.

El deporte era en mi cabeza solo una forma de  perder peso e intentar pertenecer a esa belleza delicada y frágil. Ahora hago deporte para sentirme fuerte y  disfruto hacerlo.

Cuando sufres esto, crees que es imposible parar pero no es cierto. Lo que quisiera decirles a las personas que atraviesan este calvario es que son, somos, bellas tal y cual somos.

Por eso cuando te sientas gorda recuerda: “gorda no es un sentimiento”. Gordo se es o no se es y si te sientes gorda tienes que tener claro que es eso: solo la forma de tu retorcida cabeza de procesar otro sentimiento como la tristeza, la impotencia o ansiedad.

No digo que sea fácil, porque para nada lo es y no lo fue par a mí… pero les digo que no hay nada más bonito que quererse a una misma.

Yo fui víctima de la Bulimia pero pude superarlo y qué bonito se siente!
Si yo pude, uds también pueden…de eso no me queda la menor duda.

Gracias a todos, mis compañeros y a todo el equipo de Vitalis que me ayudaron a vivir y comprender que la vida va más allá del cuerpo.

Hoy me voy con las herramientas necesarias para salir adelante y ayudar a más personas que puedan pasar por la misma situación.
Hoy te digo adiós para siempre. Fuiste mi amiga por muchos años pero hoy no te necesito.

Nunca olviden el dicho que aprendí y sigo aprendiendo: lo único imposible es aquello que no intentas.

Yo pude…uds también!
Adiós a mi amiga bulima.
Y.R.